jueves, 8 de junio de 2017

Reseña: EL VENDIDO, de Paul Beatty

Título: El vendido
Autor: Paul Beatty
Traducción: Iñigo García Ureta
Publica: Malpaso
Páginas: 368
Precio: 22 € /8,99 € (ebook)

¿Cómo reaccionarías si alguien que conocieras decidiera esclavizar a su vecino? Pero, ¿y si te contaran que el propio vecino le habría pedido al primero que lo tratara como su esclavo, por el bien de la comunidad y el suyo propio? ¿No te parecería una verdadera locura? Si quieres conocer la historia que hay detrás de este punto de partida tan disparatado, no tienes más que leer El vendido, la genialísima novela de Paul Beatty ganadora del Premio Booker 2016. Si necesitas más argumentos, no tienes más que seguir leyendo este artículo.  
El narrador y protagonista de esta historia, un hombre que jamás antes había cometido un delito (al menos, ninguno grave, según su opinión), nunca imaginaría que en un momento de su vida acabaría ante el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América. Pero, de hecho, así es. Se le culpa de algo tan grave como la restitución de la segregación racial en el colegio de Dickens, un pueblucho de California que habría sido borrado de todos los mapas con tal de no perjudicar los intereses inmobiliarios de los más pudientes de la zona, y la esclavización de Hominy Jenkins, el actor que diera vida a uno de los niños de la mítica serie de televisión en blanco y negro La pandilla. Lo que no saben los jueces es que hay una explicación para todo eso. Una bastante buena que hará que no solo los jueces queden convencidos de la legitimidad de sus actos, sino también a todos los lectores que lleguen hasta el final de esta novela (al menos, hasta cierto punto).
Todo comienza con un chico criado de una forma totalmente atípica por su padre, un afroamericano profesor en la universidad y convencido científico social, en Dickens, un pueblo de California en el que es raro encontrar una persona de rasgos caucásicos. Es más: Dickens reúne todas las virtudes y defectos de un gueto marginal, cosa que no afecta en absoluto a sus habitantes, pero sí a los habitantes de las localidades vecinas, que deciden, de la noche a la mañana, borrar del mapa el pueblo, dejando a los que lo ocupan en un limbo territorial y anímico.
Nuestro protagonista y narrador quiere volver a poner a Dickens en el mapa. Por otro lado, su vecino y amigo, Hominy Jenkins, quiere solucionar su problema con la depresión convirtiéndose en su esclavo y, más tarde, ocurre lo de la segregación en el colegio. Desde luego, contado así, no tiene ni pies ni cabeza. ¡Tampoco lo tiene para nuestro pobre protagonista!, un hombre que solo quiere cultivar los exóticos frutos de su granja, vender sus increíbles hierbas, cuidar a sus animales y conquistar el corazón del amor de su vida. Pero, ¿y si de pronto se diera cuenta de que todo, de alguna manera, sí que tiene sentido, y que es la mejor vía para conseguir que Dickens vuelva a existir?
El vendido es una sátira que pone sobre la mesa los problemas de convivencia que existen en los Estados Unidos de América, un país donde el pasado está siempre muy presente, los ricos son cada vez más ricos mientras los pobres saben que jamás dejarán de hacer malabares para llegar a fin de mes, la igualdad es algo que en la práctica no acaba de materializarse, el narcisismo es una enfermedad que padecen tantos unos como otros, la corrección política es pura hipocresía y la incorrección denota que hay algo que no está funcionando bien. Puesto que las medidas tomadas hasta la fecha, como la discriminación positiva, no funcionan en la práctica para solventar el problema de las minorías oprimidas, Paul Beatty nos propone una solución al problema tan disparatada, que, sin duda, tiene cierto sentido: la implantación de un modelo de psicología inversa que incluye la segregación racial y la esclavitud. El cómo lo hace y si realmente funciona, amigos, tendréis que leerlo. Pero con mucha atención, porque incluso cuando Beatty parece contarnos un chascarrillo, en realidad nos está invitando a reflexionar y a plantearnos todo lo que sabíamos antes de leer este libro. Imposible saltarse ni una sola palabra.
Como toda buena sátira, y esta es probablemente una de las mejores que leas últimamente, El vendido nos ofrece un buen número de situaciones desternillantes, personajes con carácter y poco sentido del ridículo, giros inesperados y un protagonista que se ve empujado a tomar las riendas de la situación cuando él solo quería volver a poner el nombre de su pueblo en el mapa. Resulta increíble que en menos de cuatrocientas páginas quepan tantas aventuras, anécdotas y disparates. Y eso que, tal y como confiesa veladamente el autor en cierto momento, en realidad él lo que pensaba era publicar un ensayo. Pero, ¿qué mejor que una entretenida novela, tan genial e inolvidable, para inculcar en el público general tan importantes mensajes de fondo?
¿Qué puedo decir más sobre El vendido que no haya hecho ya, sin estropear la grata sorpresa que supone su lectura? Poco. Solo que si os gustan las buenas sátiras, tenéis ganas de reír como locos a la par que pensáis en las cosas que pasan tanto en el otro lado del charco como en vuestra propia ciudad y queréis conocer la verdadera historia de La pandilla, tenéis que haceros ya con un ejemplar de esta maravilla de libro. ¡Ahora mismo!
Cristina Monteoliva