sábado, 20 de agosto de 2016

Reseña: FRACTURA, de Dioni Arroyo

Título: Fractura
Autor: Dioni Arroyo
Publica: Apache Libros
Páginas: 170
Precio: 15 €

Aunque los que mueven los hilos del mundo intenten no fijarse en ellos, los desastres ambientales no solo están al orden del día sino que también son algo muy a tomar en serio. Por culpa de la mala acción del hombre se destruyen bosques y se contaminan tanto el aire como el agua. Muchas especies animales y vegetales se ven afectadas, pero es solo cuando el desastre toca al ser humano cuando se les presta más atención a estos fenómenos adversos. ¿Y después? Después a hacer como si nada hubiera pasado, como si La Tierra no conociera límites a nuestros maltratos. Pero, ¿qué pasaría si llegara un gran desastre tanto para el medio como para el ser humano? Dioni Arroyo se lo ha imaginado en Fractura, su última novela publicada de la que a continuación os hablaré.
Nabil es solo un niño cuando en el año 2021 una lluvia de meteoritos colisiona contra todos los pozos de fracturas hidráulicas del mundo (una cantidad considerable de ellos). La mezcla de los gases procedentes de las profundidades de La Tierra con los elementos extraterrestres de los meteoritos produce una niebla tóxica que convierte a todo aquel que toca en un ser primitivo y caníbal. Cuando las condiciones se complican en la ciudad en la que Nabil vive con su madre, esta trama un plan para que ambos huyan a otra ciudad más segura. Las cosas se complican y Nabil acabará viviendo la aventura de llegar a aquel lugar solo. Una vez allí, sin embargo, descubrirá que las cosas jamás son fáciles para alguien como él y que la nube tóxica siempre acabará buscándole.
La fracturación hidráulica o fracking es una técnica utilizada para extraer petróleo y gas del subsuelo. Muy utilizada en Estados Unidos, consiste en construir un pozo y generar al fondo del mismo una serie de fracturas. Para evitar que las fracturas se cierren, se inyecta a través de los pozos agua, arena y otros aditivos. Por lo que he podido saber, el problema con estos pozos generalmente surge cuando estos se encuentran cerca de la población. A menudo, se quejan los afectados, estas construcciones presentan fugas, de manera que los gases y aditivos llegan a la capa freática y, por ende, al agua que luego llega a las casas. El agua contaminada produciría cáncer y otras enfermedades, de ahí la preocupación de los habitantes de las zonas circundantes.
En Fractura, sin embargo, la contaminación no viene por el agua, sino por el aire. Lo que la propicia es una lluvia de meteoritos sobre, precisamente, los pozos de fractura hidráulica. Como decía antes, la combinación de los gases del subsuelo con los elementos extraños de los meteoritos provoca una nube tóxica que cambia por completo a todo aquel que toca. ¿Son zombis? ¿Son infectados? ¿Pueden estas personas ser curadas de alguna manera?
En medio de este desastre conoceremos a Nabil, el protagonista y narrador de la historia. Nabil es un niño al comienzo de la narración y un personaje atormentado que no deja de lamentarse por lo que pudo ser y no fue, por lo que echa de menos, por ese pasado tan duro que le tocó vivir… Muy sensible a veces, extremadamente frío en otras ocasiones, Nabil nos llevará con él a vivir un sinfín de aventuras entre los infectados y en compañía de los vivos que habitan la privilegiada ciudad bajo una protectora cúpula de cristal. Por el camino perderá seres queridos y aprenderá a vivir totalmente solo; pero también conocerá a nuevos amigos que le darán a su vida una razón de ser.
Fractura es una historia distópica muy imaginativa, por un lado, aunque tire de elementos ya conocidos de los géneros de terror y ciencia ficción (los infectados, las ciudades cúpula, etc), por otro. Una novela de aventuras que tienen lugar en un mundo devastado en el que los enfermos son más que los sanos y la cordura es algo que no solo se pierde cuando te atrapa una maligna nube tóxica. Una novela de supervivencia, amistad y terror que pone el foco en la problemática medioambiental y en lo poco preparados (porque no queremos) que estamos para afrontar un desastre de grandes dimensiones. Una lectura que, sin duda, no dejará indiferente a ningún lector.

Cristina Monteoliva