miércoles, 27 de abril de 2016

Reseña: YO SOY TODOS LOS BESOS QUE NUNCA PUDE DARTE, de Francisco López Barrios.

Título: Yo soy todos los besos que nunca pude darte
Autor: Francisco López Barrios
Publica: Ediciones Dauro
Páginas: 169
Precio: 15 €

¿Hasta qué punto puede llegar el amor de un hijo por uno de sus progenitores? ¿Cuándo una relación paterno-filial es enfermiza y cuándo no? ¿Y cuándo es el mejor momento para dejar el nido? Todas estas y muchas más creo que podréis contestarlas tras la lectura de Yo soy todos los besos que nunca pude darte, el libro de Francisco López Barrios ganador del XXII Premio Andalucía de la Crítica 2016 en la modalidad de relato: el libro que a continuación vengo a reseñar.
Yo soy todos los besos que nunca pude darte es un volumen compuesto por varias historias. La primera de ellas, titulada Cubanito, está dividida en tres partes. En la primera de ellas, conocemos al cubano que narra su propia historia, un muchacho que no parece tener muy claro lo que quiere hacer en la vida. Un buen día, el muchacho y su padre emprenden el viaje a Estados Unidos. Tras un tiempo trabajando allí, el cubano protagonista es arrastrado por su padre de nuevo, esta vez hasta tierras malagueñas, lugar en el que el progenitor se empeñará en buscar a sus antepasados españoles. Ya en la segunda parte, el muchacho conocerá al amor de su vida, y en la tercera, nos narrará el trágico suceso que llevará a ambos jóvenes a huir al norte de España.
Tanto por su extensión como por su estructura, yo diría que Cubanito es más una novela corta que un relato largo que se encuadraría en el género de la narración autobiográfica (ficticia, en este caso). Por los distintos lugares que nos describe el narrador, también podríamos hablar de narración de viajes, aunque los sitios que el cubano visita no son tan importantes en sí para la trama como las cosas que le suceden siempre, a mi forma de entender, por encontrarse a la deriva en el mar de su propia existencia: primero arrastrado por su padre, más tarde, por ciertas circunstancias turbias.
El segundo texto que nos encontramos en el libro es el que le da título a este volumen, Yo soy todos los besos que nunca pude darte. En esta historia, conoceremos a un veterano comisario granadino empeñado en averiguar si el sospechoso de un crimen es o no el culpable del mismo. Las personas supuestamente asesinadas son la madre y la hija del sujeto. Ambas ejercían la prostitución y ambas morirían por sobredosis. El comisario se reúne con un amigo psiquiatra al que le entrega varios textos escritos por el sospechoso: una larga carta escrita a su madre, Amor de madre, en la que se ve claramente que madre e hijo llegaron a mantener relaciones incestuosas cuando el hijo era tan solo un adolescente, y un relato titulado En la playa (homenage au Maroc), del que os hablaré más adelante.
Tras la lectura de la carta, dividida en dos partes, comisario y psiquiatra vuelven a la narración no ya solo para analizar la psique del supuesto asesino, sino para descubrir un siniestro suceso.
Una vez más, por la extensión y la estructura del texto, yo diría que Yo soy todos los besos que nunca pude darte es más una novela corta que un relato largo. Se trataría, además, de una historia escrita de una forma muy original, ya que se intercalan distintas tramas, distintos narradores y distintos estilos en una misma historia. La narración principal es claramente de género negro, mientras que la trama secundaria es una historia biográfica con una gran carga psicológica. De esta segunda destacaría, sin embargo, el buen retrato que se hace de Marruecos justo antes de dejar de ser Protectorado Español, dando a conocer a los lectores un universo ya casi olvidado: el de los españoles que vivían en Marruecos por aquel entonces.
En la playa (homenage au Maroc), el último texto de este volumen, es claramente un relato breve, tanto por su extensión como por su voluntad de reflejar tan solo un pasaje anecdótico de un día de playa en aquel Marruecos español. En este relato, queda clara la relación entre españoles y marroquís en aquellos tiempos, de una forma sencilla pero a la vez cargada de significado.
El Marruecos bajo dominio español, como podéis ver, es un elemento que se repite en los distintos textos de este volumen. No es este, sin embargo, el único elemento que veremos aparecer varias veces a lo largo de estas páginas. Otro de ellos, para mí el más significativo, es la relación entre padres e hijos en los distintos relatos. Así, tanto en Cubanito como en Amor de madre, texto que se incluye dentro de Yo soy todos los besos que nunca pude darte, nos encontramos con dos relaciones paternos filiales en la que la parte paternal es más fuerte. Si bien en Cubanito esta relación es de una dependencia más simple, por así decirlo, en Amor de madre descubrimos hasta qué punto llega la relación dominante de esa madre hacia ese hijo.
Por último, indicar que el mundo del toro también está muy presente en esta obra, en todas las formas que podáis imaginar: toros, sangre, arena, toreros que se creen grandes, mitómanos de los toreros, círculos taurinos, tragedia, plazas de toros…
Yo soy todos los besos que nunca pude darte, en definitiva, es una obra que comprende una serie de textos heterogéneos, originales en cuanto a su forma de narrar, que pretenden transmitir la vida y sentimientos de unos personajes complejos y atormentados. Un libro que nos transporta a lugares de ensueño y de pesadilla. Un libro que invita a reflexionar al lector sobre temas diversos. ¿Te atreves a comprobarlo por ti mismo?
Cristina Monteoliva